Tuesday, November 21, 2006

3

María Helena

La diva de san Andresisto.

Gonzalo al igual que casi toda su generación era completamente adicto a Internet, pasaba metido ahí casi todo el día perdiendo el tiempo de la manera mas veleidosa en salas de conversación, comunidades virtuales, buscando datos inútiles y jugando.
Uno de sus planes favoritos era meterse en chats de lesbianas donde haciéndose pasar por mujer lograba pasar momentos de profunda alegría. La mecánica era la siguiente. Primero lograba la confianza de alguna chica dedicándole largas y profundas conversaciones, tiempo después en medio de alguna charla le decía que tenia a un amigo muy solitario pero muy formal, que si no le parecería molesto hablar con el, a ver si se le quitaba la soledad.

Acto seguido empezaba hablar en su versión masculina; a veces las chicas resultaban ser bisexuales y terminaban enredadas en las garras de Gonzalo otras simplemente eran completamente homosexuales y solo lograban entusiasmarlo por unos días. Otras pensaban que era un estúpido y le dejaban de hablar.

Fue en una de estas epopeyas digitales que conoció a Maria Helena Puerta, quien era sicóloga experta en casos de personalidades múltiples y sindromes bipolares, síndromes que para cualquier entusiasta del Internet son el pan de cada día y que para Gonzalo resultaban ser unos de los temas más apasionantes para discutir, Maria Helena se convirtió en su terapeuta de cabecera, hablaban durante horas varias veces al día, siempre poniendo por excusa la aparente enfermedad de Gonzalo de tener multiples personalidades para conseguir citas.

Maria Helena procuraba hacer adelantos con su nuevo paciente pero Gonzalo persistía en su frenesí multipersonal. Era difícil asegurar que Gonzalo realmente estuviera enfermo, pero su padecimiento le había dado tan buenos resultados con Maria Helena que los dos asumieron que la situación era de cuidado y que lo más pertinente era que Maria Helena lo tratara como toda una profesional. Como Gonzalo estaba en su época de retiro voluntario le quedaba tiempo de sobra para llenar los espacios de necesidad afectiva de Maria Helena, así que la terapia era mutua. Los dos se curaban el hecho de vivir en una realidad precaria.

Como gran parte de las relaciones de internet siempre terminan finalmente en un encuentro en la vida real, esta no podía quedarse atrás. La cita se planeó durante meses para que fuera perfecta, se ultimaron detalles de todo tipo, el lugar pactado fué San andrestito*.

Resulta que el papa de Maria Helena era uno de los más importantes comerciantes de San andresitos de Colombia por tal razón ella había pasado gran parte de su vida en medio de mercancías importadas de todos los paises del mundo, golosinas, juguetes chinos y de miles de comerciantes que la respetaban por ser la hija de uno de los duros, aunque de vez en cuando se les escapaba uno que otro piropo de estilo salvaje.

Conocía cada uno de los rincones de ese peculiar lugar, sabía de memoria todas las enredadas marañas de pasadizos, bodegas y locales, además de tener acceso casi ilimitado a lugares que muy pocas personas habían podido visitar, bodegas con mercancías de lujo, containers llenos de licores exclusivos, botellas de vino, joyas, trufas y productos que solo se distribuían por debajo de cuerda, ya que eran de venta ilegal, pero igual eran importados por que producían, como todas las cosas ilegales, grandes dividendos.

La cita se concretó en la entrada de las bodegas Johny Kay, ruborizados se acercaron lentamente y se dieron un beso cálido. María le tenía preparado un tour magnífico a Gonzalo que empezaba en las Bodegas Johny Kay en donde se guardaban solamente los productos mas costosos de la empresa importadora del papa de María Helena. Entraron y encontraron una mesita con una botella y dos copas. La botella era de absenta y tenia un hermoso diablo verde en la etiqueta, Gonzalo supuso que este era el comienzo de una grandiosa aventura. Destaparon la botella y se sirvieron unos tragos abundantes.

--La absenta suele tener todo un ritual de preparación con unas cucharitas especiales que tienen uno agujeritos sobre los que se deposita un cubito de azúcar, luego se colocan sobre la copa y se vierte agua entre el cubo de azúcar para disolverlo. El problema es que no tengo las cucharitas y estando en San Andresito no nos vamos a hacer los finos--

-Pues entonces mas bien tomemos directamente de la botella parece que la bodega está sola para nosotros-

--Mejor--

Agarraron la botella y se fueron a pasear por la inmensa bodega. mientras María Helena servía de guia.

--Esta es la sección de licores, hay botellas de vino de varias décadas que pueden llegar a costar 5000 dolares, solo se importan por encargo al igual que las botellas de absenta que es ilegal venderla públicamente, solo se venden a gente muy selecta, aficionados de verdad que mueren por el amargo sabor de esta bebida milenaria. Esta es la sección de armas, estas también se venden directamente a quienes buscan algún tipo de protección personal, tenemos rifles metralletas, y muchas armas de mano muy elegantes para personas que necesitan defenderse pero que no quieren incomodarse con dispositivos enormes, hay pistolas diminutas que se esconden muy facilmente en cualquier parte del cuerpo pero que son completamente letales. aparatos que dan shockes eléctricos y... esta es mi parte favorita. Instrumentos de tortura. Son por lo general comprados por gente muy excéntrica que quiere dársela de subnormal y por algunos sádicos con hábitos sexuales extremos. En los años ochenta eran muy populares entre la gente de los carteles de la droga y las utilizaban con los soplones o con políticos a los que antes de asesinar preferían asustar para sacarles alguna verdad oculta--

En medio de tan interesante conversación seguían tomando absenta mientras caminaban por todo el edificio. La charla se iba tornando etílica.

-Veo que también tienen explosivos y algunas bazookas, yo siempre he querido tener una de esas para un día que esté bien loco disparar en la calle y matar a todo el mundo, JAJAJA.-

--JAJAJA--

--Yo si prefiero las armas de destrucción masiva, sobretodo los virus programados genéticamente que arrasan grandes cantidades de humanos en muy poco tiempo, Si me volviera loca empezaría infectando el agua del acueducto de alguna ciudad con este tipo de organismos--

-Uf, Que ruda-

--Si--

-Guau, Animales, también importan animales, ¿a quién diablos le venden esas cobras?-

--Obviamente a mentes malévolas--

-¿A las mafias internacionales del mal?-

--Si como no--

-¿pero una mente malévola debe estar muy ocupada todo el tiempo para andar cuidando un animal tan delicado?-

--Obviamente tienen personal capacitado para el cuidado de estos bichos, no son gente estúpida--

-¿La maldad es un tipo de estupidez?-

--Oh--

-No se, yo creo que al ser negativos los dos conceptos es posible que hagan parte del mismo tipo de negatividad-

--La lucidez y la bondad caminan de la mano--

-¿Será posible que una persona lúcida sea al mismo tiempo malvada?...
yo creo que si me lo propusiera podría ser la persona mas malvada del mundo siendo tambien una chica inteligente, podría pararme encima de todos para conseguir riquesas inimaginables a costa de vidas inocentes, claro que mi disertación no explica nada y solo es una suerte de delirio--

-Yo creo que la maldad suprema y la inteligencia suprema entran dentro de la categoría de virtudes y se acompañan entre sí, no como negativos sino como superlativos categóricos.-

--¿Como así?--

-Pues que las dos siendo virtudes, entran dentro del reino de la virtud-

--Ahh... pos sí--

La botella ya iba por la mitad

-Yo creo que lugares como estos simpolemente no deberían existir, se concentran los peores vicios de la sociendad en tan solo unos pocos metros cuadrados, solo para llenar los bolsillos de algunos de dinero, la venta de armas es una cosa absurda debería ser, prohibida, a un tio mio lo mataron de un tiro en la nuca... por comerciar con armas tu estas directamente manchada de la sangre de miles de inocentes, este lugar es casi una pesadilla, como es posible, oh no! , ¡¿como?!, no , no.-

Gonzalo empezó a llorar como un deshausiado

-¡Buuuuuuuuaaahggggg, Guaaaaaaaaaaaaaaa!-

Maria Helena se abalanzo a consolarlo y tambien se puso a llorar.




*San andresito es para los colombianos un icono cultural muy importante, es una especie de centro comercial que en las principales ciudades del país cubre varias manzanas en donde se pueden encontrar mercaderías importadas de todo tipo, su nombre viene del diminutivo de San Andres, Isla perteneciente a territorio colombiano que por años estubo exenta del pago de aranceles a mercancías importadas. Y por tal razón era el destino frecuente de miles de turistas que aprovechaban sus vacaciones para comprar licores a precios irrisorios, zapatillas (tennis), abarrotes y electrodomésticos. Luego de que la exención fuera abolida cientos de sanandresitos empezaron a pulular por todo el territorio colombiano, aplicando la exención de impuestos de manera ilegal a todos los productos.


2

“Si lo que vas a decir
No es más bello que el silencio:
No lo digas.”
Proverbio árabe


Dia crucial: (Yolima estuvo encargada del área de películas de la hacienda).
El inspector general le entregó una lista de películas, con reseñas, fotos de los directores e información curiosa, para que cada huésped fuera informado a cabalidad de los contenidos de la película y no sufriera el desagradable hecho de encontrarse con algún bodrio cinematográfico, en pleno descanso.
La tarea de Yolima era leerse todos los folios de varios azetas gigantes en una sola semana; por lo cual entró en pánico ya que su velocidad de lectura era entre mala y mediocre y el inspector revisaría sus conocimientos en un examen que muchos calificaban de neonazi.
La ardua tarea de Yolima empezó un lunes asoleado y caliente, el almuerzo de aquel día fue un delicioso sancocho de gallina engallado por el chef de la casa, Barthélémy, un francés que invertía su tiempo en convertir los manjares locales en platos dignos de encumbrar el panorama gastronómico internacional, adicionándoles ingredientes exóticos y cambiándoles el nombre, el sancocho de aquel día se llamaba potage créole de whiskey de poule y como ingrediente adicional contaba con una copa de bourbon.
Terminado el almuerzo Yolima empezó a sentirse maluca, por la fatídica combinación de gallina y whisky que todos los comensales asumían peligrosa pero que nadie criticó por miedo de ofender las virtudes de Barthélémy. La pereza de leer se le agudizó con un mal de estómago extraordinario que la postró en el baño varias horas.
Su primer día de estudio había fracasado.

Al segundo día la maluquera no le paraba, y leyendo tanta información inútil lo único que lograba era agudizar su rebote y sus ansias de vomitar, le dolía la cabeza y los nombres en italiano de directores de cine de culto le daban vueltas dentro de su propio pensamiento. Haciéndola tener alucinaciones ridículas en las que se mezclaban las fotos de los directores, las de los actores y paisaje local. El sueño mas chévere fue uno en el que Marselo Mastroianni y Vittoria de Sica se aparecían de repente en su cuarto con una taza de caldo, una coca llena de gelatina y una botella de Cocacola que según decían era rebuena para la diarrea.
La angustia que le producía no poder pararle bolas a las fotocopias la enfurecía y mas la maluquiaba. Su empleo pendía de la pita más delgada.
El jueves su recuperación era evidente pero ya nada le permitiría recuperar el tiempo perdido. La improvisación no se hizo esperar. Yolima sabía que Gonzalo era un fanático compulsivo del cine ya que siempre que venia se la pasaba metido en la sala de proyección viendo películas en blanco y negro y repitiendo escenas de películas de acción hasta el aburrimiento, siempre acompañado de una deliciosa botella de vino. Gonzalo era un sibarita.
Yolima tomo bríos para entrar en la sala de proyección y en el momento menos pensado se acerco a Gonzalo y dirigiendo la mirada hacia al piso le dijo:

-Don Gonzalo. Don Gonzalito. Usted que es tan entendido en esto del cine, ¿Por qué no me ayuda?, mire que tengo que aprenderme un montón de fotocopias para este lunes, y yo que leo y nada que entiendo.-

Gonzalo Asombrado ante la belleza de Yolima, quedo boquiflojo y sin soltar palabra alguna opto por mover la cabeza afirmativamente, ignorando las nefastas consecuencias de su apresurada decisión.
Lo primero que hizo Yolima fue traer los cartapacios que tenia de tarea para mostrárselos a Gonzalo, que hasta ese entonces desconocía que existía el cargo de recomendador cinematográfico en la hacienda. En principio le pareció ridícula la idea pero pensando en la encargada cambio de opinión.
Viendo todas las fotocopias Gonzalo comentó:

-Dios santo en que problema te has metido Yolima, es casi imposible entender todo este vademécum cinéfilo. Sobre todo para alguien como tú. ¿Por donde comenzaremos? ¿El cine mudo? ¿La nueva ola francesa? ¿las películas de gitanas españolas? ¿el cine de denuncia? ¿Las clásicas comedias de Chevy Chase y Steve Martin? ¿Las Sagas Shaolines? ¿Los Ninjas? ¿el gore eslavo?, ¿el cine experimental latinoamericano? Creo que hay demasiada tela de donde cortar.-

Gonzalo prendió motores y empezó a echar lora acerca de los inicios del cine, habló del cine europeo, de las primeras comedias y espectáculos de varieté, de las películas de vaqueros, del cine fantástico. Yolima lo miraba atónita ebria de charla, riendo y gozando la sabrosura de charla que Gonzalo le brindaba. Las anécdotas, lo trucos, la técnica se convertían en cosas maravillosa en el relato de Gonzalo. La historia del cine se recreaba de forma vivida y genial. Gonzalo era un seductor.
La clase quedo a mitad de camino gracias a un repentino calor que le cogió a Yolima, que la obligo a quitarse una parte del uniforme, quedando en mangas de camisa y falda.
La evidente exposición de piel dejo a Gonzalo en jaque. Su relato se tropezó consigo mismo y cayó en las ramas de la redundancia y el tedio.
Sumergido en una retahíla incoherente y sosa Gonzalo no halló mejor forma de recobrar el hilo que acercarse de manera disimulada y desprevenida a Yolima. A ella esto no lo importó y aprovechando la situación le mando la mano al cartapacio que se interponía entre ellos, lo apartó y dejó que sus cuerpos se rozaran en una caricia calida e intelectual.
Gonzalo quedó mudo. Yolima también. El tiempo se extendió en un precipicio dramático y finalmente la clase se dio por terminada con una escena porno clásica: el cine porno como exponente postmoderno del cine mudo. Yolima daba así por completada su primera lección.
La mañana del vienes todo el mundo adquirió un nuevo significado para la vida de Yolima, en los brazos de Gonzalo sus preocupaciones se diluían, sabia que este nuevo tramite burocrático sexual le garantizaría la permanencia en el puesto, así que podía disfrutar a sus anchas el momento presente, que durante tantos años había saboreado imaginariamente.
Gonzalo se porto como un caballero, hizo que Barthélémy les preparara un desayuno criollo descomunal, y luego sin más se pusieron a ver películas en una jornada maratónica llena de picos, entremeses y amor. Cuando se aburrían volvían al porno y así sucesivamente.
Ya el lunes a punta de buena pedagogía y concentración Yolima era una dura en el tema del cine. Su profesor se había esmerado en introducir a la fuerza todo el conocimiento posible dentro de la dura testa de Yolima y finalmente lo logró.
El examen no pudo salir mejor, el inspector general quedo anonadado ante el cambio. De una campesina casi analfabeta Yolina se convirtió por arte de magia en una cinéfila nerd casi analfabeta. El amor se revelaba como una fuerza revolucionaria.
La educación no formal de Yolima no paro ahí, siguieron muchos jornadas de películas, fassbinder, Bergman, Belucci, Pinilla todos fueron cómplices del tórrido romance y de las escenas mas calientes.
Inolvidable el día que vieron Cocodrilo Dundee 2. Desternillados de la risa ante los arrumacos y monerías de Paul Hogan lograron una seguidilla de orgasmos multiples.
O aquel día que viendo la soporífera el huevo de la serpiente, se quedaron dormidos haciendo una de las poses mas complicadas del kamasutra.
O el día que viendo sintonía de amor decidieron casarse. La ceremonia fue simple, en su lecho de amor se juraron amor eterno, utilizaron rosquitas de yuca como anillos, y cerraron la ceremonia con una porno en silencio.

Friday, July 21, 2006

1

Eran las 10 de la mañana y Gonzalo aún sentía la resaca del día anterior, sus 100 esposas habían decidido celebrar un aniversario más de la inauguración oficial de la casa en que todos vivían.
Además de comprar varias canastas de cerveza y 80 cartones de cigarrillos, todos se habían encargado de adornar la casa con manualidades confeccionadas con su ropa interior.
Sara se había confeccionado un hermoso florero con un liguero de su abuela Matilde, y Roberta la arquitecta había diseñado un fantástica obra de ingeniería pastelera fabricando una reproducción de sodoma estilo art deco con bizcochuelo de chocolate, trufas, arequipe y frutas. La música estuvo a cargo de Vanessa, Dj residente de uno de los más sórdidos clubes locales, en donde se podía escuchar: la salsa más dura posible, una especie de reggaeton haitiano que se tocaba únicamente con escopetas y otro género muy popular por aquellos días, llamado irónicamente, -post merengue-.
Vanessa desempolvó sus casetes y prendió la rumba...

Gonzalo radiaba como el sol de la mañana, todo él era alegría y felicidad y simplemente se gozaba a sus anchas. 100 esposas son un proyecto imposible para cualquiera, pero él, lo había logrado. Una a una las había ido casando hasta tener 100 reunidas en la misma casa. La convivencia era complicada, ¡pero nada!, como vivir con cien mujeres, lo que para muchos significase un infierno, para nuestro inquieto protagonista se convirtió en la finalidad de su vida, una obra perfecta de arquitectura humana, un vademécum de relaciones interpersonales, el conocimiento humano reducido a su expresión más comprimida, la realidad última se encerraba en las paredes lustrosas de la mansión de las cien mujeres.

Lujuria pensarán varios de los lectores, aburrición dirán los misóginos, complejo de Edipo dirán los consentidos, pero finalmente todo, todo se reduce a amor, conocimiento y sabiduría.

Todo comenzó, un par de años atrás a la afueras de Bogotá en una finca que la familia Paz tenía como sitio de recreo. Gonzalo cansado de ser un universitario mediocre y luego de pasar por los más variopintos recintos educativos, decidió aplicarse un retiro voluntario. Con la chabacanería que le permitía su raza y con la malicia que le heredaron sus antepasados indígenas, se encerró sin tiempo definido dentro de la preciosa hacienda de la finca que construyera muchos años antes el abuelo de Gonzalo, el Señor Pedro María Tibuacá.

La hacienda Siete Cueros, tenía lo último en comodidad, piscina, Internet, una sala de proyección de películas de estreno, un salón de juegos de mesa, una pequeña discoteca, meseros, comida las 24 horas, salones para fumar, cafés y un pequeño desván donde metían libros.

Gonzalo estuvo allí sus últimas 30 vacaciones y la había pasado genial, sólo que siempre tenía que volver a Bogotá.

Esta vez todo era diferente.

Internado, aislado y aburrido Gonzalo no encontró más distracción que enamorarse de la hija del mayordomo, una morena grande de nombre Yolima quien durante años había humectado los sueños húmedos de la versión adolescente de nuestro gentil protagonista. Yolima estaba enamorada hace años del joven jefe, pero las diferencias sociales no le habían permitido hacer ningún movimiento, ahora la oportunidad y la cachondez no le iban a impedir lograr su cometido.